Caminaremos con intención, despertando el sentido del asombro, el asombro por nosotr@s mism@s y por el mundo que nos rodea, desde ese asombro nos reconoceremos como parte del todo, y desde ahí actuaremos a favor de la vida, cuidando además de nuestro espíritu y mente, nuestro cuerpo = nuestro templo, cuidando La Tierra = nuestro hogar.
Haremos un reconocimiento de nosotr@s mism@s mediante una dinámica inicial, ésta dará paso al reconocimiento del mundo que nos rodea, de su flora y fauna, nos acercaremos a la naturaleza y la veremos con detalle, ésto nos permitirá ver, sentir que además de nosotr@s mism@s, hay más seres con los que compartimos el planeta. Desde este reconocimiento interno/externo surge la reflexión, la cual deriva a la responsabilidad ya que se cuida lo que se conoce.