Acercarnos a nuestro cuerpo nos trae paz, abrirlo a sentir nos acerca a la vida. Encontrar nuestra verdad, nuestro coraje y nuestra vulnerabilidad, nos permite conectar a nivel profundo con los otros y crear vínculos nutritivos.
A través de meditaciones dinámicas y ejercicios sencillos, podemos tomar consciencia de nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestra energía sexual, para poder acogerlas en el corazón y transformar nuestra forma de vivirlas.
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